Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos
En su llama mortal la luz te envuelve
Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose
Es la mañana llena de tempestad
Para que tú me oigas
Te recuerdo como eras en el último otoño
Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
Abeja blanca zumbas --ebria de miel-- en mi alma
Ebrio de trementina y largos besos
Hemos perdido aun este crepúsculo
Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas
Para mi corazón basta tu pecho
He ido marcando con cruces de fuego
Juegas todos los días con la luz del universo
Me gustas cuando callas porque estás como ausente
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
Pensando, enredando sombras en la profunda soledad
Aquí te amo
Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas
Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Neftalí Ricardo Reyes Basoalto
(12 de julio 1904 ... 23 de septiembre 1973)
Neruda
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