Te agradezco por haber me enseñado el camino...
del buen carácter,
de la honestidad,
de la buena educación,
de evitar los conflictos,
de respetar los otros,
de la paciencia,
de la justicia,
de reconocer los errores,
de ser una buena persona,
y principalmente por bancar mis sueños.
Aún siento mucho tu ausencia. ¡Gracias por todo!
L. C. F. A.
(16 de abril 1931 ... 26 de julio 2003)
* los padres suelen amar incondicionalmente los hijos.
Quisiera aún poder conversar con mi padre, pero no puedo.
Inolvidable
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